Las baterías de estado sólido representan un salto enorme para los vehículos eléctricos. A diferencia de las baterías de iones de litio actuales, estas prescinden de electrolitos líquidos inflamables, sustituyéndolos por materiales sólidos. Este cambio fundamental no solo incrementa la seguridad, eliminando el riesgo de incendios o fugas, sino que también permite una mayor densidad energética en un espacio más reducido, redefiniendo la eficiencia.
La mejora respecto a las baterías de litio es sustancial. Ofrecen una vida útil superior y tiempos de carga drásticamente reducidos, permitiendo recargas completas en periodos equiparables a una breve parada. Además, su diseño más seguro y compacto libera espacio en el vehículo. Todo esto contribuye a una experiencia de conducción más práctica y sin preocupaciones.
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Entre los aspectos más destacados, su impresionante densidad energética permite almacenar mucha más electricidad por kilogramo de peso. Esto se traduce directamente en autonomías significativamente mayores. Asimismo, la robustez del diseño de estado sólido las hace más duraderas y fiables, lo que a la larga podría reducir los costes de mantenimiento. Todos los fabricantes de automóviles llevan un tiempo desarrollando esta tecnología de estado sólido, aunque algunos van en cabeza.

1.500 kilómetros de autonomía
Un ejemplo tangible de esta revolución es el reciente anuncio de la compañía china de automóviles, Changan Automobile. Han desvelado que tendrá listo en 2027 un nuevo modelo 100% eléctrico que promete una autonomía asombrosa de hasta 1.500 kilómetros con una sola carga. Este logro se debe a la integración de baterías de estado sólido con una densidad energética de hasta 400 Wh/kg (vatios-hora por kilogramo), un hito que marca un antes y un después en la industria automotriz.
Changan se posiciona a la vanguardia de la movilidad eléctrica, con planes de prototipos para 2025 y producción en masa para 2027. Este avance coloca a China en una posición dominante, desafiando a gigantes establecidos. La capacidad de ofrecer trayectos de días sin recargas promete transformar por completo la experiencia de poseer un coche eléctrico, haciéndolo más conveniente y accesible para todos. Las marcas europeas, japonesas y estadounidenses, van a contar con muchísima presión para igualarse, ya que los tiempos que manejan para la implantación de baterías de estado sólido son más largos.
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