Estas antiguas carreteras tenían ‘farolas’ para viajar de noche sin necesidad de electricidad

Todos los caminos llevan a Roma. Este dicho no es solo una expresión, sino una realidad histórica. La red de carreteras del Imperio romano estaba meticulosamente planificada para conectar las principales ciudades, permitiendo un tránsito rápido y eficiente entre ellas tanto de materiales como de tropas militares.

Las carreteras romanas no solo fueron una proeza de la ingeniería antigua, sino que también sentaron las bases para las infraestructuras modernas. Las calzadas romanas se construían por estratos y estaban diseñadas para durar con poco mantenimiento.

Hoy en día, aún es posible caminar por algunas de estas antiguas vías. Un ejemplo notable es la Appia Antica en Roma, un tramo de la Vía Appia que, a pesar de tener miles de años, sigue en pie. De hecho, muchas de las principales carreteras nacionales de Italia se basan en estas antiguas calzadas romanas.

Además, las carreteras romanas también estaban pensadas para poder circular por la noche. En estas calzadas se podían encontrar ingeniosas señales reflectantes que actuaban, sin electricidad, como una suerte de farolas.

Ojos de tigre en las carreteras romanas

Estas señales se conocen bajo el nombre ‘ojos de tigre’ y eran pequeñas piedras incrustadas entre las losas del pavimento. La composición y el aspecto de estas piedras permitían que reflejaran la luz de la luna, iluminando el camino para los transeúntes y los vehículos que las transitaban de noche.

Para que el sistema de señales reflectantes funcionara, la noche debía estar despejada. En noches nubladas o de luna nueva, las piedras no podían reflejar la luz, haciendo difícil la circulación nocturna. En estos casos, los viajeros debían quedarse en casa o llevar una antorcha.

Las carreteras romanas no solo fueron una maravilla de la ingeniería de su tiempo, sino que también sentaron las bases para las infraestructuras modernas. Su diseño y durabilidad siguen siendo un testimonio de la habilidad y la visión de los antiguos romanos.